También, especialmente, por las decisiones adoptadas en su filial brasileña Banco del Estado de Sao Paulo (Banespa), que han supuesto la baja voluntaria de 8.500 trabajadores.

Además, anunció que CCOO mantendrá contactos con las centrales mayoritarias en las filiales del BSCH en los distintos países del mundo -en Latinoamérica tiene representación en 15 países- para analizar la política empresarial que está aplicando la entidad y exigirle que utilice las "mismas maneras" que en España.

Estas peticiones se basaron también en la necesidad que tiene el banco de "proyectar una imagen de futuro y estabilidad a medio plazo" ante la existencia de problemas entre diversos miembros de la alta dirección, que han generado deficiencias de gestión en la entidad.

Por ello, Paredes requirió la implantación de orden entre los "delfines" del BSCH, cuyas "fricciones" se remontan a la fusión, y sugirió la salida del banco de los "delfines" sobrantes.

De la situación de Banespa, Paredes culpó al consejero-director general del banco para Latinoamérica, Francisco Luzón, debido al alto precio pagado -unos 900.000 millones de pesetas-, lo que ha intentado corregir con un ajuste de plantilla que calificó de "asesinato y masacre", y que en principio iba a afectar al 80 por ciento de la plantilla, 18.000 empleados.

En una conferencia de prensa celebrada en compañía del presidente y del secretario general del Sindicato Bancario de Sao Paulo-Central Unica de Trabajadores (CNB-CUT), Joao Vaccari Neto y Vagner Freitas, respectivamente, Paredes señaló que "a Luzón se le ha ido la mano" en Banespa y vaticinó que iría "al infierno" por ello.

Según la responsable de CCOO, las decisiones adoptadas en Banespa han afectado "la esencia del negocio" al salir del banco muchos directores -en la región de Baixada Santista, que cuenta con un millón de habitantes, perdieron a todos los empleados de 11 sucursales-, lo que dificultará la consecución de los objetivos impuestos por el BSCH a Banespa.

También culpó a Luzón de haber externalizado servicios en Banespa para ahorrar costes, lo que propició la vulneración por la entidad del secreto bancario -la famosa cantante Xuxa resultó afectada- y de otras leyes federales.

Paredes requirió al BSCH para que inicie las conversaciones encaminadas a garantizar el empleo en Banespa y un convenio colectivo para cinco años, que terminen con el deterioro del negocio en Brasil y de su imagen en este país y en Latinoamérica.

En este sentido, Vaccari indicó que si el BSCH rehusa emprender las negociaciones plantearán una huelga, aviso que extendió también al BBVA si pretende seguir en Brasil el camino del BSCH.

Vaccari, que apoyó la propuesta del interlocutor internacional de CCOO, denunció que el plan de bajas voluntarias en Banespa, banco en que CNB-CUT es mayoritario, se ha hecho con "amenazas", por lo que solicitó su inmediata retirada.

Demandó la constitución de unas nuevas relaciones laborales, ya que con la política actual, guiada por la eliminación de empleos y cierre de oficinas, "está en juego la supervivencia" de Banespa.

Freitas señaló que la política antisindical desarrollada por BSCH en Brasil puede hacerle perder clientes y activos en este país, lo que supondrá un "lastre" en la evolución de la acción de la entidad, por lo que exigió del banco un trato "respetuoso" con los trabajadores.